Los estudiantes prepararon distintas actividades recreativas al aire libre para compartir con los chicos de la institución apadrinada y, además, realizaron una donación de alimentos no perecederos y juguetes -diseñados y construidos por ellos mismos a lo largo del cuatrimestre, en la materia Tecnología, empleando plástico con el proceso de termoformado- y tres salamandras para calefaccionar distintos espacios.
“Fue un nuevo viaje que nos permitió reflexionar sobre la otredad y las distintas realidades de la infancia en nuestro país”, sostuvo Mariela Sobrado, directora de la orientación.
Cabe destacar que estos son algunos de muchos kilómetros que se vienen recorriendo año tras año para acompañar a la escuela apadrinada por nuestra institución.
¡Felicitaciones, chicos!